El gobernador Joaquín Díaz Mena, habló en una de sus mañaneras en Palacio de Gobierno, que quiero precisar que desde que llegó Huacho es Casa del Pueblo, que lo oigan sus colaboradores sobre todo los sordos, todos pueden entrar, bueno en una de sus mañaneras señaló que se encontraron algunos malos manejos en la administración anterior, creo que de 800 millones y pico o algo más, enfatizó el gobernador.
Comparadas esas cifras con los fraudes que se han dado en los gobiernos estatales o municipales en Yucatán, recordamos a aquél alcalde de un municipio del norte, no puedo precisar que dijo que "robó poquito", La estafa maestra de Rosario Robles en la Sedesol de más de 5 mil millones y que en forma perversa y ladina la magistrada Norma Piña de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la exoneró, le devolvió cuentas bancarias y propiedades, salió limpia. Un insulto a la honradez que debe de ser credo propio de todos los funcionarios. Este fraude en la Sedesol al parecer salpicó un poco a la delegación estatal de esa dependencia.
El gobernador Díaz Mena señaló que se detectaron esos malos manejos en la administración anterior, pero enfatizó que no habrá persecuón sino castigo, por eso me planteo ¿qué será mejor para combatir la corrupción en Yucatán? ¿Una “carcelota” como la que propuso la panista Xóchitl Gálvez, próspera empresaria gelatinera (está muy buena la de fresa lleva dos fresas) o cortarle la mano a los corruptos como planteó y fue su bandera el famoso Bronco que aspiró a la presidencia de la República.
Lo bueno sería castigar a los corruptos, a todos, los del presente, del pasado y del futuro, los uñas largas de los gobiernos de Ivonne Ortega, de Rolando Zapata y de Mauricio Vila, meterlos a la cárcel, no persecución como dice el gobernador sino castigo. Veríamos a muchos conocidos y conocidas en prisión. Y en muestra de buena voluntad llevarles cigarros, vestidos y prendas de diseñador, sería el único gobernador guinda que haya metido a la cárcel a políticos corruptos, aunque hay que señalar que lo hizo el ex gobernador Víctor Cervera Pacheco (q.e.p.d.) que encerró al director de la JAPAY presuntamente por la corrupción en esta dependencia. ¿Se habrá acabado la corrupción en la Japay? Sería bueno investigarlo.
Fue un pésimo gobierno el del general Graciliano Alpuche Pinzón, un gobernador inepto, sin experiencia, manipulado por su esposa la señora Viejo presidenta del DIF Yuctán, Alpuche Pinzón (GAP) se rodeó de pésimos colaboradores, incluso hubo chilangos, que vinieron a saquear las arcas públicas propiedad del pueblo yucateco, ladrones profesionales. Le fue muy mal a Yucatán con Alpuche Pinzón, hasta que lo corrió el presidente de la República.
Mi pregunta es la del título, ¿qué necesita Yucatán para combatir la corrupción?, ¿Una carcelota? ¿O mochar la mano a los ladrones como decía el Bronce de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón?.
David Barrera Canto.- 11 noviembre 2024.-
Imagen de portada ilustrativa tomada de internet.-